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lunes, agosto 27, 2007

La educación de los patos suizos

Mi conocimiento sobre la confederación helvética se reducía a los tópicos… Los suizos hacen relojes, tienen cuentas bancarias, comen queso, son limpios y puntuales… Pero, como algunas veces pasa, del dicho al hecho hay un trecho. Esto es: los topicazos sobre los países a veces se quedan en eso… en topicazos.
Por ejemplo, “España país de sol y toros”… Pues date una vuelta por La Coruña… ¡te vas a hartar de las dos cosas!
Y, fíjate, me he encontrado por la web con una página muy graciosa (parece hecha por un estadounidense…) sobre topicazos (que lo llaman “prejuicios”), sobre el mundo mundial…
El Mapa de los Prejuicios!
Bueno, pues que aterricé yo hace poco en uno de mis queridos aeropuertos (llamémoslo ciudad Z), esta vez con un poquito más de tiempo del normal para hacer algo de turismo. Control de pasaportes, bla bla, y aparezco en recogida de equipajes. Como ya me lo sé, llevaba un libro, y estaba yo tan tranquila leyendo, porque entre que se deciden y no se deciden, la maleta tarda media hora en salir… La cuestión es que levanto la vista, y en la pantalla de la cinta de equipajes leo “salida de equipajes en 4 minutos”. Pensé yo, “esto es como cuando te dicen que en 10 minutos llega el taxi… a titulo informativo, porque llega cuando le da la gana”. Miro mi reloj para comprobar… y a los 4 minutos empiezan a salir las maletas por la cinta! La boca me llegaba al suelo. ¡Qué nivel!!!




Día 2 en la ciudad Z. Salimos de la oficina, y decidimos ir al centro, a ver un poquito la ciudad y tal. Vamos al tren, por aquello de que es más barato y auténtico. Entramos en la estación y el cartel anuncia “salida del tren en 1 minuto”. Y me dice mi compi: “no llegamos”. Y, efectivamente, ¡no llegamos!!! Porque cuando un tren sale a las 15.53, sale a las 15.53, ni un minuto más, ¡ni un minuto menos! ¡Flipante! Lo que es más, los relojes están sincronizados!!! Todos marcan la misma hora! Parece que tuvieran un pequeño
Petisuix haciendo “cú cú” por las esquinas!


Seguimos en el día 2. Paseo por el centro. Número de pobres pidiendo: 0. Número de colillas en el suelo: 0. Increíble. Todos los relojes marcando la misma hora, por supuesto.
Día 3. Mi jefe busca apartamento. Además, nos lleva a cenar (paga él). Nos pide que le acompañemos a ver el piso. Nos lleva en coche. Aparcamos. Zona azul… pero no hace falta papelito. Las plazas de aparcamiento tienen un número, y metes dinero en la maquinita poniendo en qué número has aparcado. Menos árboles talados. Sigo flipando en colores…
Llegamos al apartamento. La cita para ver el piso es a las 7. Son las 7 menos 10. Esperamos en la calle ordenadamente a que llegue la hora… Empieza a llegar más gente. Mosqueo. Cada vez más gente. Somos ya 15 personas en la puerta. Las 7. Aparece la chica de la agencia. Subimos los 15 detrás. ¡Hay una visita guiada al apartamento!!! Te van llevando por las habitaciones, y si al final te gusta, rellenas un formulario que le das a la de la agencia. A mí los ojos me hacían chiribitas ya… Al parecer, estudian el perfil de todos los que se han apuntado, y el que le convenga más al casero es el ganador. Flipa. Nada de uno a uno. Para qué vamos a perder el tiempo. Lo ven 15 personas a la vez y luego deciden sobre datos objetivos. ¡Pero qué gente más ordenada!
Vamos a cenar. Restaurante pijo a la orilla del lago. Mesa en el embarcadero. Lago + Verano = Mosquitos. Pues no. Los mosquitos se mantienen amablemente a 3 metros del embarcadero. No se acerca ni uno. No huele a repelente de mosquitos. Cómo lo hacen?
Y ya el súmmum… En el lago hay patos. Y cisnes. Cuando recogen una mesa, los camareros tiran las sobras de pan al agua para los patos. Cuando los patos están acostumbrados a que les tiren cosas… ¿qué hacen? Pues “cua cua”, es obvio. “Cua cua, lánzame otro trocito de pan” “Cua cua, venga tío, no seas rácano” “Cua cua, veo que tienes mucho pan encima de la mesa”… y te dan la cena. Pero eso son los patos del resto del mundo. Los patos suizos van a la escuela, y reciben una educación esmerada. No hacen “cua”. No te dan la brasa venga a parpar sin parar. Ni cuando llega el cisne (triple de tamaño que ellos y con cara de “atrévete, chaval, alégrame el día”). Cuando llega el cisne, se apartan amablemente y le dejan que coma. Porque los patos suizos son neutrales. Y educados. Y limpios. Y puntuales. Porque van a la escuela de patos suizos.¿Y aún te preguntas por qué el papa tiene guardas suizos? Yo quiero uno de esos para mí…